Gaceta de actualidad marzo/abril de 2024

Museo de Medicina Infanta Margarita

Museo de Medicina Infanta Margarita

Nº 78 - 21 de mayo del 2024

Real Academia Nacional de Medicina de España

BIENVENIDA

Excmo. Sr. D. Antonio Campos Muñoz
Director académico del Museo

COMISIÓN DEL MUSEO DE MEDICINA INFANTA MARGARITA

Excmos. Sres. Académicos de Número

D. FJavier Sanz Serrulla (Sección I)
D. Luis Pablo Rodríguez Rodríguez (Sección II)
D. Gabriel Téllez de Peralta (Sección III)
D.Jorge Alvar Ezquerra (Sección IV)

Ilmos. Sres. Académicos Correspondientes

D. Francisco Vázquez de Quevedo
D. Eliseo Carrascal Marino

UNIDAD TÉCNICA

Excmo. Sr. D.Javier Sanz Serrulla
Director Técnico
D.ª Celia Rodríguez Varela
Catalogación
Dª Cristina Bailón Aneas
Fotografía

Uno de los mayores gestos de altruismo hacia los museos o colecciones es el de las donaciones. Muchas de ellas se producen por el llamado “efecto llamada”, esto es, cuando ante una exposición definitiva, máxime de gran calidad, el donante en potencia quiere dejar una muestra valiosa en dicho museo. Es el caso de tantos museos de ámbito nacional e incluso internacional que se ven enriquecidos por estas aportaciones que, tras el acuerdo con la institución que las recibe y la tramitación de su protocolo documental, quedan integradas con unas condiciones de custodia, mantenimiento, exhibición o préstamo, pasan a ser catalogadas y definitivamente forman parte de los fondos del mismo. Caso aparte de los museos de este tipo es el de los grandes museos de arte de ámbito nacional, que tantas veces reciben, lo cual está regulado, en nuestro caso, por el Ministerio de Cultura.

Prof. Javier Sanz.
Director técnico del MMIM.

Mi donación. 

Caja de dentista.

El Dr. José Luis de la Hoz, destacado Médico Estomatólogo, ha donado al MMIM esta caja que perteneció a tres generaciones: su abuelo, su padre y él mismo.

A mediados del siglo pasado se fabricaron artesanalmente cajas de madera para transportar el material de mano del dentista con diseño exclusivo y tendrían continuidad desde que el alumno de Estomatología conseguía una propia donde ordenar su instrumental en cada una de las siete bandejas, hasta que ya ejerciera como tal Médico Estomatólogo, pues en no pocos casos lo hacía el dentista de forma ambulante.

Este tipo de cajas tuvo un diseño común y fueron fabricadas por particulares o por alguno de los llamados depósitos dentales, en este caso, la Compañía Dental Española, que fuera propiedad del académico Florestán Aguilar. En la parte superior se acoplaba un asa metálica para transportarla; a los lados, sendas cerraduras; en el frente, unos pequeños tiradores en cada bandeja servían para abrir y cerrar las mismas. En la bandeja superior, una cerradura de llave aseguraba su contenido. Un vástago recorre verticalmente desde la primera a la última bandeja para bloquearlas cuando la caja esté cerrada, impidiendo así que se abran y se desparrame el contenido.

Estas cajas fueron comunes en otros países. Nosotros conocemos alguna de Francia y del Reino Unido, incluso con el sello del fabricante.



Exposiciones.

“José Aguilar Peris (1924-2006) en el centenario de su nacimiento”.

En la línea habitual de conmemoraciones de las efemérides de los académicos que pertenecieron a esta Real Academia Nacional de Medicina, se puede visitar en la antesala de la sala de lectura de la Biblioteca, desde el 22 de marzo hasta el 28 de junio próximo, una exposición dedicada al que fuera académico José Aguilar Peris, con el título “José Aguilar Peris (1924-2006) en el centenario de su nacimiento”.

Diversos títulos, documentos y fotografías referentes a su persona constituyen lo más destacado de la exposición que se amplía notablemente, ya en el interior de la sala de lectura, en las tres vitrinas que acogen numerosos libros de su autoría, principalmente de “Física”.

Como es habitual, se celebró una sesión científica conmemorativa, el día 4 de abril, bajo la presidencia del Prof. Eduardo Díaz-Rubio -presidente de la Academia-, y los intervinientes Inmaculada Aguilar Civera -Académica correspondiente de la RABASF-, Ángel Gómez Nicola -Decano de la Facultad de Ciencias Físicas de la UCM-, Ernesto de Jesús Alcañiz -Presidente de la sección de Madrid de la Real Sociedad Española de Química-, Miguel Ángel Fernández Sanjuán -Editor General de la Real Sociedad Española de Física y recién Académico electo de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales- y el comisario de la misma, Prof. Francisco González de Posada.



Madrid, museo de la Medicina.

El “Dispensario Azúa”.

Placa del Dispensario de Azúa en la Calle Segovia

En el número 4 de la calle de Segovia, esquina a la de Letamendi, se halla en la actualidad un Centro de Salud que lleva el nombre de la calle y pertenece a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Al pie del indicador que lo identifica, consta asimismo “Asociado a la Universidad”.

Un gran portal da acceso al edificio, que todavía mantiene la impronta de casa de importancia, y se deja ver una escalera ascendente adornada de azulejería geométrica sencilla en tonos azules, así como el frontal de los escalones, si bien con motivos ornamentales más ligeros.

En la fachada permanece, entre las pocas de la villa, una decoración esgrafiada, y a la altura del primer piso se lee, “Dispensario Azva”.

Placa del Dispensario de Azúa en la Calle Segovia

En efecto, lleva este actual Centro de Salud el nombre y la memoria de uno de los médicos más destacados de su tiempo, sobre todo en lo referente a su especialidad, la Dermatología. Conocido este centro también como “Dispensario Antivenéreo Azúa”, fue inaugurado durante la dictadura de Primo de Rivera, el 24 de junio de 1924, por el general Severiano Martínez Anido, -como recuerda una placa situada en el zaguán (ver imagen)- destinando la planta baja a los hombres y la superior para las mujeres. En esta época tuvo lugar la proliferación de centros similares en toda España, y si en 1934 existían más de cien. Atajar y curar las enfermedades hoy denominadas de transmisión sexual, este centro impartió educación sanitaria al respecto y también docencia en bacteriología y análisis clínicos.

Su promotor, Juan de Azúa Suárez (Madrid, 1858-1922) sigue siendo considerado uno de los pioneros de la dermatología española. Desde 1886 trabajó en la Beneficencia Provincial de Madrid y en ese momento solicitó el ingreso en el Hospital de San Juan de Dios. Fue nombrado catedrático de la nueva disciplina de “Dermatología y Sifiliografía” en 1911, a raíz de la creación de esta cátedra, desempeñando ambos trabajos. En 1922 sería elegido miembro de número de la Real Academia Nacional de Medicina, no en vano era la figura más representativa de la Dermatología española, pero no llegó a tomar posesión pues le sorprendió la muerte. No obstante, su compañero Ángel Pulido Fernández leyó dos años después el discurso que ya tenía preparado el dermatólogo con el título “Clasificación, estadística y comentarios dermatológicos”.


Noticias.

Exposición “El Médico, el Obispo y el Pintor. Juan Valverde de Amusco, Juan Álvarez de Toledo y Gaspar Becerra”.

El Prof. Javier Sanz, director técnico del MMIM, ha visitado la exposición que bajo este título se celebra en el Museo de la Evolución Humana, en la ciudad de Burgos.

Se trata de un homenaje a la figura principal del anatomista español renacentista Juan Valverde de Amusco, el autor de las láminas del libro, Gaspar Becerra, y del mecenas del mismo, Juan Álvarez de Toledo.

Valverde de Amusco publicó una “Anatomía del cuerpo humano” casi al mismo tiempo que su maestro en Padua, Mateo Realdo Colombo, a su vez discípulo y sucesor de Andrés Vesalio. La “Anatomía” de Valverde se convirtió en un libro de referencia europea durante su tiempo y aún en décadas posteriores, para estudiantes y médicos en ejercicio en aquel momento clave de la renovación de los saberes morfológicos.

Se estructura esta exposición en tres aspectos: el, principalmente, libresco, con aportación de ejemplares de otros anatomistas como Andrés Vesalio y Bernardino Montaña de Montserrate, además de algunos ejemplares de la Medicina del momento como el del propio Valverde y menos conocido titulado “De animi et corporis sanitate tuenda libellus”. La reproducción de una selección de las láminas del libro de Valverde dibujadas por Gaspar Becerra -si bien en uno de los paneles se dice “Todo parece indicar que el autor de los dibujos anatómicos fue el español Gaspar Becerra”-, del círculo de Miguel Angel Buonarroti, y ejecutadas por el grabador francés Nicolas Béatrizer, sorprende al visitante por la calidad de las mismas. De la autoría del propio Becerra se expone una visión fotográfica en grandes dimensiones del altar mayor de la catedral de Astorga, a la que acompaña una talla en madera del artista, representando a San Toribio.


Esta exposición, breve, corresponde a un tipo de muestras monográficas adornadas por aportaciones coetáneas artísticas de notable valor, que introducen al conocimiento de una figura de la Medicina, o un hecho, e invitan a la reflexión sobre una época.