MI DONACIÓN
El legado del Dr. Germán Pérez Casanova, de Segovia, ya forma parte del MMIM. Está constituido por abundante material de Obstetricia, especialidad a la que dedicó la mayor parte de su trayectoria profesional sin dejar por ello la asistencia médica general. Pendiente de catalogación, en tanto que pueda ser fotografiada cada pieza como lo requiere el programa DOMUS, al que vierten todas las que ingresan en el MMIM, puede contemplarse globalmente en las fotografías adjuntas, una panorámica del extenso legado, correspondiente a mediados del siglo XX donde la medicina llamada “general” era protagonista de muchos de los aconteceres cotidianos de asistencia “a domicilio”, o en clínicas sencillas, como fue el caso de los partos.
Desde el MMIM mostramos nuestro profundo agradecimiento por tan importante donación que viene a enriquecer nuestros fondos gracias, una vez más, al altruismo que muestran algunas personas por este proyecto que en definitiva es el legado palpable de una medicina que ellos mismos protagonizaron con gran mérito.
MADRID, MUSEO DE LA MEDICINA
Calle del Doctor Fourquet.
En el entorno del Madrid cercano a la antigua Facultad de Medicina de la calle de Atocha se encuentra la calle rotulada en memoria del Dr. Fourquet, entre las de Valencia y la de Argumosa (cuya calle comentamos en esta misma sección en la Gaceta nº 57, de enero-febrero de este año de 2020). En los nueve azulejos de la placa aparece, escoltado por las fechas de su nacimiento y defunción, con la muceta amarilla de su traje académico universitario.
Asimismo puede contemplarse su figura, de cuerpo entero, en el famoso óleo de la operación de Diego de Argumosa rodeado de otros profesores del San Carlos, el cual se conserva en el hall de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Juan Fourquet Muñoz, hijo de francés y española, nació en Madrid el 31 de marzo de 1807 y en esta ciudad fallecería joven, el 21 de julio de 1865, víctima de la tuberculosis pulmonar que padeció largo tiempo. Graduado de Bachiller en Filosofía en 1824, inició a continuación sus estudios en el Colegio de San Carlos ese mismo año, inclinándose especialmente hacia la Anatomía humana, si bien fueron muy tempranos sus problemas visuales que le conducirían a la ceguera.
Acabados sus estudios médicos en 1831 fue profesor de Anatomía, realizando gran número de autopsias si bien también investigó con el microscopio, práctica poco habitual en su época, e inició su actividad profesional dedicado a la Urología. Tras doctorarse en 1846 fue nombrado catedrático de Anatomía un año después en el Colegio en que había estudiado y promovió el Museo iconográfico de la Facultad, no obstante había viajado por Europa visitando diversos gabinetes anatómicos. Tras su muerte recopiló sus trabajos anatómicos Julián Calleja, editándolos, en cuatro volúmenes, como “Tratado de Anatomía”.
En la Real Academia de Medicina ingresó como miembro de número en 1861.
Dispuso Fourquet en su testamento ser enterrado en fosa común junto a los pobres que morían en las salas de los hospitales, como un anónimo más, sin lápida que le identificara, y se cumplió su voluntad. El 13 de febrero de 1867 fue el decano Juan Castelló, respaldado por el claustro, el que solicitó al rector de la Universidad permiso para poner una placa en su honor, en el aula donde explicaba la Anatomía y así dice:
“Al catedrático D. Juan Fourquet Muñoz, fundador, en 21 de junio de 1865, de un premio anual a la ejemplar aplicación, sobresaliente aprovechamiento en Anatomía General y Descriptiva, el claustro de la Facultad de Medicina de la Universidad Central.”
NOTICIAS
Falleció Marino Gómez-Santos.
El pasado 9 de diciembre, a consecuencia de las complicaciones sufridas tras una caída en su domicilio, falleció en Madrid Marino Gómez-Santos a los 90 años de edad. En esta ciudad había decidido vivir desde que llegara a mediados de los cincuenta y se consagró al periodismo y a la literatura, biografiando a los grandes protagonistas de la cultura española, arrancando desde los miembros de la Generación del 98, y en gran medida poniendo la atención en los más ilustres médicos de la época, hasta el punto de ser considerado el mejor conocedor de los grandes protagonistas de la Medicina española, de lo que dan testimonio las biografías sobre Baroja, Marañón –que le valió el Premio Nacional de Literatura en 1971-, Ochoa –con diez libros sobre su persona y su peripecia humana y científica-, Grande Covián, López Ibor, De Castro, Díaz Rubio, etc., dejando pendiente de publicación sendas biografías ya rematadas sobre Botella Llusiá y Castroviejo, que no deberían quedar inéditas.
La relación de Gómez-Santos con la Academia fue de generosidad permanente, lo cual se testimonia en la donación del traje académico de Severo Ochoa y de la máquina de escribir en la que el Nobel, del que Marino fue albacea testamentario, redactó gran parte de sus trabajos de investigación.
Con la gratitud del Museo de Medicina Infanta Margarita, descanse en paz tan importante conocedor de la Medicina española de casi un siglo, tan humana personalidad de bien.