ITINERARIO EXPOSITIVO
Fachada y portal
Es la primera vez que una exposición se anuncia en la fachada de la RANM. Para ello se han colocado a propósito dos banderolas que lucen en sendas ventanas del piso bajo para informar sobre la propia exposición como también sobre la institución. Asimismo, en el portal queda ubicado un prisma triangular diseñado al efecto cuya información actual será sustituida en un futuro por la de nuevas exposiciones.
Patio de Honor
Una vez ingresa el visitante en el edificio, previa la entrada en el Patio de honor, observa una rápida secuencia visual en la pantalla de plasma situada en el hall, en las inmediaciones del acceso, de cuanto le espera. Allí puede recoger el folleto de la exposición y tres diferentes postales circulares diseñadas a tal efecto como recuerdo de la misma.
Con la voz de fondo del propio Ramón y Cajal, en grabación de casi un siglo que emite diversos aforismos sobre la necesidad de la educación y el modo en que debe regirse el investigador, dos banderolas a la derecha sirven de presentación de la exposición y de la “Semana Cajal” –que tuvo lugar durante los días 21 a 24 de octubre-. Frente a ellas, otras dos resumen la biografía del sabio.
A la entrada, una gran vitrina guarda el documento original del Premio Nobel, dos condecoraciones (la gran cruz de Isabel la Católica y la cruz de la Corona Rumana) y un retrato en relieve efectuado en cerámica por Francisco Gálvez. Tres columnas más sustentan una cabeza en bronce de Ramón y Cajal (obra de Victorio Macho y modelo del monumento a Cajal que se ubicó en el parque del Retiro madrileño), uno de sus microscopios y algunos frascos de laboratorio. Al fondo de la sala, a mano derecha, dos visores muestran sendas reproducciones estereoscópicas de paisajes urbanos que preparara en su día Cajal.
Al otro lado, después de contemplar una repisa que alberga una inédita jarra de cerámica de Talavera adornada con dibujos copiados del maestro, un retrato suyo y un texto que dice: “Soi de Don Santiago Ramón y Cajal”, sobre una mesa baja puede observarse en una tablet una filmación que tuvo lugar en los jardines de la Residencia de Estudiantes y en el laboratorio, en la que don Santiago es el protagonista. La voz y la imagen del sabio académico en su periodo de madurez humanizan esta amplia muestra de objetos inanimados.
Pasillo de acceso al salón de actos
Al lado izquierdo de la puerta principal del salón de actos, el espectador puede admirar un conjunto de cuatro óleos fechados por Cajal en 1872 que corresponden a otras tantas preparaciones anatómicas de cabeza, cuello, tórax y abdomen. Con veinte años de edad, sus dotes artísticas –su vocación principal era la pintura- son evidentes. Los recursos pictóricos de Cajal fueron definitivos para la construcción de su obra pues pudo plasmar con suma fidelidad cuanto veía, en un tiempo en que la reproducción fotográfica de lo observado al microscopio era una empresa imposible.
Desde aquí, el visitante se dirige a la puerta posterior del salón de actos, donde puede contemplar, a mano derecha, un diorama del despacho de Cajal en su domicilio de la calle de Alfonso XII, ejecutado por el Prof. Eliseo Carrascal. Al lado, un armario de tres cuerpos de la Academia ha sido transformado para mostrar otros tantos dibujos y algunos útiles empleados en su trabajo diario, junto a una bien perfilada caricatura cajaliana firmada por Mingote. Por último, frente a la puerta de acceso, es primicia un óleo de grandes dimensiones firmado por Manuel Parralo que se exhibe por vez primera y cuyo destino, al término de la exposición, será el Auditorio de la Facultad de Medicina de la UCM que lleva su nombre. En él aparece Cajal, extrañamente con bata, en tareas investigadoras en un recreado laboratorio.
Salón de actos
Llegado el visitante a este punto, toma asiento para contemplar tres vídeos que informan respectivamente del I centenario del edificio de la Academia (que se inauguró en junio de 1914), del Sillón nº. 38 (el que ocupó Ramón y Cajal a partir de su ingreso en 1907), y de su legado científico (elaborado por la Sociedad Española de Neurociencia y en el que diversos científicos dan explicación del mismo.)
Tras el sillón 38, una efigie del Académico de número Santiago Ramón y Cajal permanecerá iluminada durante el periodo que tendrá lugar la muestra. Igualmente, dos textos, sobre la barandilla que separa los sillones de los académicos del público, informan respectivamente de la historia del propio sillón y de la singularidad del elegante salón de actos.
Salas anexas
Dejado atrás el salón de actos, se accede a la primera sala anexa. Un panel explica al Cajal científico y dos retratos al óleo (firmados por Servando Carrillo, en 1923, y J. Navarro, en 1985), junto a dos fotografías familiares del protagonista, con su familia e hijos, evocan diversas edades. Un precioso armario para guardar sus preparaciones, en el que puede contemplarse su letra al lado de muchas de las bandejas, tiene a su lado una tablet en la que se muestra un vídeo con la técnica de tinción de Cajal. También, cuatro preparaciones enmarcadas y un dibujo original de una motoneurona, son el preludio de lo que se exhibe en la sala contigua.
Sala “Misión Neurolab”.
Por último, como quiera que la vigencia de la obra del científico español más citado de todos los tiempos permanece viva, se ha acondicionado el despacho de los señores académicos para recrear un ambiente espacial que evoca la “Misión Neurolab.” En efecto, en 1998, tuvo lugar dicha misión cuyo objetivo científico era el estudio de la microgravedad en el sistema nervioso de algunos animales (ratones, grillos, peces…) que fueron portados en el vehículo espacial, lo cual queda explicado en un vídeo y una muestra de imágenes. Como homenaje al neurocientífico más importante de la historia, viajaron al espacio seis preparaciones que aportó el Instituto Cajal y así recuerdan la misión los dos cuadros adjuntos que se exhiben. Además, un telescopio que adquiriera Cajal y un microscopio, simbolizan aquella intuición del célebre investigador para quien la organización del universo y la del sistema nervioso no debían de ser muy diferentes.
Aproximadamente 40 minutos, que se alargan para el estudioso, es el tiempo en que se ha organizado esta gran exposición ubicada en la Real Academia Nacional de Medicina –en fechas que también coinciden con el centenario del edificio- en homenaje al científico español por excelencia: don Santiago Ramón y Cajal, bajo el lema CAJAL. HOMBRE Y CIENCIA. Dimensiones inseparables en la figura de quien fue, como dijera Laín Entralgo, “un sabio incluido en un español.”