Gaceta de actualidad Septiembre/Octubre 2022

Museo de Medicina Infanta Margarita

Museo de Medicina Infanta Margarita

Nº 70 - 11 de noviembre del 2022

Real Academia Nacional de Medicina de España

BIENVENIDA

Excmo. Sr. D. Antonio Campos Muñoz
Director académico del Museo

COMISIÓN DEL MUSEO DE MEDICINA INFANTA MARGARITA

Excmos. Sres. Académicos de Número

D. F. Javier Sanz Serrulla (Sección I)
D. Luis Pablo Rodríguez Rodríguez (Sección II)
D. Miguel Lucas Tomás (Sección III)
D. Jorge Alvar Ezquerra (Sección IV)

Ilmos. Sres. Académicos Correspondientes

D. Francisco Vázquez de Quevedo
D. Eliseo Carrascal Marino

UNIDAD TÉCNICA

Excmo. Sr. D. Javier Sanz Serrulla
Director Técnico
D.ª Celia Rodríguez Varela
Catalogación
Cristina Bailón Aneas
Fotografía

De muy poco tiempo acá, algunos museos se han convertido en arriesgados escenarios de protesta política, incluso con alguna agresión a sus piezas. De momento, ciertas instituciones entre las más altas -el Museo del Prado, por ejemplo- se resisten a registrar a los visitantes a su ingreso, pues coartaría el tradicional ambiente de libertad con que se accede y se vive en el interior de unos de los lugares más emblemáticos de la cultura de todos los tiempos. Las razones manifestadas hasta la fecha por los agresores son tan peregrinas como incívica su actitud y, no casualmente, estas actuaciones se han producido en países e instituciones de absoluta libertad, de acceso y deambulación. En esta libertad se debe seguir, no sin que pudieran replantearse las consecuencias penales para quienes atenten contra lo que en definitiva es patrimonio histórico y artístico de toda la humanidad.

Prof. Javier Sanz
Director Técnico del MMIM

Pieza del mes.

Presentamos en este número un curioso ejemplar para conservación de sanguijuelas. -Adquirido por el convenio logrado por el Prof. Jorge Alvar con DNDI-.En vidrio soplado, transparente, con forma de copa y datado en el siglo XIX, perteneció a una farmacia, pues en dichas oficinas se guardaban estos hirudíneos que mediante succión lograban la extravasación sanguínea tan presente en la terapéutica de largos siglos. Al igual que ocurriera con la sangría ejecutada mediante incisión venosa, su fin era el mismo: con la salida de la sangre del torrente circulatorio se evacuaban asimismo los humores que, en exceso, se tenían por responsables de tantas enfermedades. Aunque su datación sea tan próxima en el tiempo, no son sino la muestra de una larga historia dada por buena conforme a las teorías de Galeno.

Tarro para sanguijuelas

Madrid, Museo de la Medicina.

Calle de la salud.

Azulejo Calle de la salud
Azulejo de la Calle de la salud

En el Madrid más céntrico nos encontramos con un rótulo de este nombre, recibido en las esquinas que jalonan su recorrido. Nace en la calle del Carmen, pasa por la plaza del mismo nombre y viene a morir en la Gran Vía. En su arranque, lado de los pares, puede contemplarse la fachada de la antigua iglesia, y parroquia, de San Luis Obispo que estuviera en la cercana calle de la Montera, ya que fue traslada a este nuevo emplazamiento tras el incendio de la iglesia el 13 de marzo de 1936. Quedó ubicada, pues, en uno de los laterales de la iglesia del Carmen.

Iglesia de San Luis
Portada de la iglesia de San Luis Obispo, en el arranque de la calle.

Debe su nombre la calle a la historia de una tradición de medio siglo que llega hasta nuestro tiempo y es la siguiente: durante el reinado de los Reyes Católicos sufrió la pequeña villa Madrid una cruel epidemia de peste bubónica que, sorprendentemente, no afectó a los moradores de este barrio llamado “de la Salud”, en vista de lo cual se levantaron casas por colonos deseosos de vivir en lugar tan “protegido” pues se tenía al barrio poco menos que por milagroso. Desde entonces ha llegado la calle hasta nuestros días si bien cambiando el rótulo, pues en el plano de Teixeira (1656) aparece todavía como “Calle Alta del Carmen”.

Cuáles fueron las razones por las que se mantuvo indemne el barrio es cosa complicada de saber, si bien las hipótesis de mayor tradición son dos: el consumo de verduras autóctono y de animales criados por los vecinos, y en segundo lugar la ubicación de una fuente con agua de calidad. Sea como fuere, historia y tradición se aparejan a veces y es muy difícil separarlas, aun cuando pudieran coincidir.


Exposiciones.

José Eugenio de Olavide (1836-1901). Ciento cincueta años de su ingreso en la Academia (1872-2022).

Olavide
Retrato de José Eugenio de Olavide

En el pasillo previo a la sala de lectura de la Biblioteca se puede visitar del 5 de octubre al 28 de noviembre la exposición

Esta exposición se enmarca en la línea de la anterior, sobre la figura de D. Gregorio Marañón, y de otras previstas, como la ya programada sobre D. Teófilo Hernando, que conmemoran la pertenencia de académicos históricos a la institución, coincidiendo con las fechas de su incorporación, u otras, a la misma.
El 26 de octubre tuvo lugar la sesión conmemorativa de esta exposición a la que dio la bienvenida el presidente de la Academia, Prof. Eduardo Díaz-Rubio para ceder la palabra al vicepresidente y comisario de la exposición, Prof. Antonio Campos que introdujo el acto. Posteriormente hablaron el Prof. Agustín Buendía Eisman, director de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología, sobre “José Eugenio de Olavide, el padre de la Dermatología española”; D. David Aranda Gabrielli y Dª. Amaya Maruri Palacín, sobre el “Legado museístico de Olavide”, para cerrar el acto el Prof. Esteban Daudén Tello, Académico de número electo y comisario de la exposición, quien disertó sobre “Olavide y la Real Academia Nacional de Medicina de España”.

 

Vista general de la exposición de José de Olavide

  

Vista general de la exposición de José de Olavide

  

Vista general de la exposición de José de Olavide
Detalle del Atlas de la clínica iconográfica de las enfermedades de la piel.

  

Sesión expo Olavide
Sesión conmemorativa de la Exposición “José Eugenio de Olavide. Ciento cincuenta años de su ingreso en la Academia (1872-2022)”

 
El Museé du Service de Santé des Armées, de Val-de-Grâce (París).

Durante el mes de junio pasado, el Prof. Javier Sanz, Académico de número, visitó en París este soberbio museo, ubicado además en la magnífica Abadía real Val-de-Grâce, un edificio barroco de gran claustro que engrandece su contenido museístico, tanto por el recinto que se abre en forma de plaza al visitante como por la iglesia, de magnífica cúpula, que de él forma parte. Ésta fue mandada construir por la reina Ana de Austria en 1638, con motivo del nacimiento de su hijo, futuro Luis XIV.

Fue transformado el edificio muy a finales del XVIII en hospital de instrucción militar y a mediados del siguiente se transformó en una escuela de sanidad militar. En ella se ubicó lo que acabaría siendo el actual museo, si bien al principio no pasaba de ser un gabinete de anatomía con vocación pedagógica, que enriqueció sus fondos con aportaciones de Hippolyte Larrey provenientes de la rica colección de su padre. A partir de 1990 sufrió una reestructuración, concluida admirablemente en el momento de su inauguración, en 1993, con motivo de bicentenario de la instalación del Servicio de Sanidad en Val-de-Grâce, si bien la apertura al público no llegó hasta un quinquenio después.

 

Botamen de farmacia

  

Colección de Microscopios

  

Reproducción botica s. XVIII

En la planta baja puede visitarse una “sección independiente”, de gran valor museístico en cuanto a la antigüedad y calidad de las piezas, especialmente centrado en la Farmacia, con abundancia de cerámica de todo tipo entre la más antigua que en colecciones de esta profesión se puedan contemplar, sin olvidar el centenar de morteros, la mayoría en hierro, algunos de tamaño considerable. La reproducción del rincón de una botica, en madera, instala también al visitante en tiempos del XVIII, y son de valor superior algunos de los más primitivos microscopios y varias figuras chinas en marfil de figuras femeninas para el diagnóstico de enfermedades sin que la paciente tuviera que descubrirse.

Figuras chinas de porcelana para diagnóstico

Se accede al piso superior por una escalera de la época de Luis XIII y en torno al patrio del claustro se divide el discurso museístico en cuatro secciones: la primera evoca la evolución histórica del servicio de Sanidad Militar, con el gran legado de Dominique Larrey, y se pueden contemplar numerosos uniformes militares de sanidad, modelos anatómicos; la segunda se centra en la investigación llevada a cabo en este ámbito, junto con la exposición de la contribución de las diversas especialidades -especialmente quirúrgicas- al desarrollo de la medicina toda; la tercera se centra en la contribución de la Sanidad Militar a la medicina “civil”; la cuarta, por último, se consagra a la prevención e higiene de las enfermedades infecciosas.


  
Todo este enorme patrimonio, con intervención museística actualizada sucesivamente, se complementa con proyecciones audiovisuales que completan la información de lo expuesto. De las paredes cuelgan formidables pinturas relativas a lo que convoca el museo, como la que firma Jules Rigo en la que se ve a Napoleón III visitando a los heridos de Montebello durante la campaña de Italia en mayo de 1859.