PIEZA DEL MES
Oscilómetro de Pachon
Uno de los asuntos que a principios del siglo pasado no estaba muy claro para los clínicos era la medición de la presión arterial diastólica, toda vez que en el ochocientos la medición de la sistólica se había logrado. Una vez más era necesario el diseño de un artilugio que pudiera completar el registro de ambas presiones y a ello se dedicó Pachon, obteniendo un “Oscilómetro” que en lo sucesivo llevaría su nombre. Tuvo vigencia de casi medio siglo pues a partir de los años cincuenta fue sustituido por otros dispositivos que afinaron más dichas mediciones.
Victor Michel Pachon nació en 1867 en Clermont-Ferrand. Tras concluir sus estudios médicos se doctora en Paris en 1892 y se inclina por la Fisiología, y en la Facultad de Medicina de Burdeos trabaja como profesor agregado desde 1895. En 1904 es nombrado “Maître assistant” de la Facultad médica de París en el Servicio de los profesores Charles R. Richet y Eugène E. Gley. Uno de los estudios a los que dedica más tiempo es la observación y medición del pulso de pequeños animales mediante oscilometría, de tal manera que mide los valores máximo y mínimo de la presión arterial. Hacia 1910 ya ha conseguido fabricar un prototipo que mide estas oscilaciones. Un año después, y allí permanecerá hasta su retirada, regresa a la Facultad de Medicina de Burdeos para seguir su trayectoria en el mismo campo que eligiera desde tiempos de estudiante, la Fisiología. El profesor Pachon fallecería en 1938. Hoy, en ley de agradecimiento hacia su obra, esta Facultad, la U.F.R. 3, se reconoce como “Faculté de Médecine Victor Pachon.”
El MMIM cuenta en sus fondos con un ejemplar, catalogado con la signatura CE99. Fabricado en la casa parisina de G. Boulitte, permite la medición de la presión sistólica y la diastólica sin necesidad de estetoscopio. Consta de una caja circular metálica con dos escalas señaladas por sendas agujas que miden ambas presiones. Está conectada a una pera de goma (en nuestro caso falta) y a un brazalete de tela que se acopla al brazo. Una vez insuflada la presión a través de la pera, ambas agujas marcarán una cifra máxima y otra mínima, la diferencia entre ambas será la presión diastólica.
MI DONACIÓN
Consta entre los fondos del MMIM una nueva pieza de singular valor: la máscara funeraria de don Santiago Ramón y Cajal.
Se trata sin duda de un elemento original por cuanto se mezclan lo testimonial con lo artístico. Quien posara para Sorolla, para Ricardo Madrazo, para Benlliure o para Victorio Macho, tuvo también una réplica de su faz postmortem. La máscara mortuoria de Cajal ha sido esta vez reproducida en bronce y, enmarcada entre laureles, señal de gloria, se encaja en una lápida cuadrangular de granito. No se puede hablar, lógicamente, de intenciones artísticas pues se trata de reproducir fielmente, como es el caso, el rostro de quien, de rasgos bien afilados, acaba de dejar este mundo bien cumplidos los ochenta y dos años, aquel Premio Nobel de quien España sigue presumiendo más de un siglo después.
La donación ha sido posible, como consta en la placa que luce al pie de la misma, por la generosidad del Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU) y del Prof. Vicente Calatayud Maldonado, Académico de Número y Tesorero de la RANM, quienes el 21 de diciembre pasado hicieron entrega de la misma.