PIEZA DEL MES
Microscopio de bolsillo de tipo “Drum” o “tambor”.
Este tipo de pequeños microscopios (16 cms.) fue muy popular durante el siglo XIX, fabricándose en gran número. Se utilizaban para indagar directamente en la Naturaleza por parte de los excursionistas y exploradores, pero también fue manejado como juguete de “ociosos”.
El soporte del sistema óptico es muy endeble, lo que le hace muy frágil. Gran número de ejemplares que han llegado hasta nuestros días, tienen rota esta parte, no así este ejemplar que va protegido por una sobria pero recia caja de madera en cuyo interior también se alojan unas pequeñas pinzas para tomar el objeto a examinar. Varios ejemplares similares pueden contemplarse asimismo en la “Colección Bruni” que forma parte del MMIM.
Presenta un cuerpo cilíndrico con un tambor fijo, en medio del cual se introduce el tubo móvil que se desplaza en sentido vertical a través de una cremallera y controlado por medio de un tornillo lateral que permite ajustar el enfoque grueso. En ambos extremos se colocan las lentes ocular y objetivo. La platina es redondeada, con presencia de un orificio central amplio para dar ermitir el paso de la luz. Tiene dos niveles en medio de los cuales se inserta la lámina con el objeto a analizar. El espejo colocado debajo de la platina es cóncavo y móvil a través de dos tornillos pequeños laterales.
Pese a la trascendencia y creciente universalización del uso y aplicación del microscopio, no faltaron espíritus reacios que lo miraban con cierto desdén, poniendo en duda sus bondades y beneficios. Es el caso, por ejemplo, del anatómico francés Javier Bichat (1771-1802), nada menos que el fundador de la doctrina tisular, que menospreciaba las incursiones científicas a la luz de las lentes microscópicas, argumentando que las inseguridades que ofrecía la técnica histológica daban amplio margen a erróneas y caprichosas interpretaciones subjetivas.
MI DONACIÓN
Dª. Cristina Martínez Vidal, hija y nieta de médicos, ha hecho donación al MMIM de diverso material médico que perteneciera a su padre, Dr. Juan Martínez Muñoz, especialista en Cardiología y Neumología, así como a su madre, Benicia Vidal Galache.
Destaca entre el material recibido dos espirómetros, material quirúrgico diverso, un otoscopio, un oftalmoscopio, martillos de reflejos, dos fonendoscopios, un electrocardiógrafo de mediados del siglo pasado y un oscilómetro.
MADRID, MUSEO DE LA MEDICINA
Prof. Martín Lagos
La fachada principal del Hospital Clínico y Universitario de San Carlos, continuación del histórico Hospital de San Carlos ubicado próximo a la antigua Facultad de Medicina, luce una placa que lo ubica en la calle que le corresponde y le domicilia: “Calle del Profesor Martín Lagos”.
Accediendo al mismo por la “Puerta I”, una placa ubicada en el hall, a mano derecha, recuerda en testimonio de homenaje y agradecimiento a quien fuera profesor, cirujano y director de la institución, el profesor Francisco Martín Lagos, realizada por el escultor Santiago de Santiago. El perfil del maestro en el centro de la composición, atrae la atención del observador, dejando en segundo plano una visión en escorzo del propio hospital. Una inscripción pone pie a la composición, que se enmarca en gran placa de mármol: LOS ALUMNOS DE LA FACULTAD DE MEDICINA AL PROFESOR FRANCISCO MARTÍN LAGOS, IMPULSOR Y PRIMER DIRECTOR DE ESTE HOSPITAL CLÍNICO. CURSO 1962-63.
El texto hace justicia con la verdad, toda vez que Martín Lagos protagonizó la transición del antiguo Hospital de San Carlos al actual Hospital Clínico, en 1957, cuando se encargó la completa reconstrucción y equipamiento del nuevo hospital, malherido durante la Guerra civil española. Fue Martín Lagos el último director del antiguo hospital y el primero del nuevo.
Granadino de nacimiento (en 7 de noviembre de 1897), quien tras su doctorado médico fuera pensionado en Alemania por la Junta de la Facultad de Medicina de la Universidad de su patria chica. Fue catedrático por oposición de la asignatura de “Patología Quirúrgica” sucesivamente en las Facultades de Medicina de Cádiz (1927), Valencia (1929), de la que sería Decano, Barcelona (1940) y Madrid (1945).
Académico de número de las Reales de Cádiz y Valencia, ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina el 11 de febrero de 1947, tras leer el discurso de ingreso titulado Evolución de la cirugía del cáncer de colon, siendo contestado por el Excmº. Sr. Pedro Cifuentes y Díaz. En el sillón nº. 39 se mantuvo hasta su fallecimiento, acaecido el 4 de noviembre de 1972.
NOTICIAS
Presentación del “Museo-Cátedra Ramón y Cajal” en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
El pasado 20 de febrero se presentó en el “Aula Ramón y Cajal”, actualmente en los locales del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, el proyecto de “Museo-Cátedra Ramón y Cajal”, que quedará instalado en los locales de esta institución. Cuenta el proyecto con una instalación de 1500 metros cuadrados, en dos niveles, que según palabras del Presidente del Colegio, Dr. Miguel Ángel Sánchez Chillón, acogerá 6000 piezas y se espera que aproximadamente un tercio del mismo esté visitable a finales del presente año.
La entrada al Museo-Cátedra se efectuará por la Calle de Santa Inés para acceder al Aula donde el Premio Nobel impartiera sus clases, recorriendo también otras dependencias icónicas que formarán parte del mismo, como el Gran Anfiteatro de lo que fue Facultad de Medicina de la Universidad Central.
El proyecto cuenta con la colaboración de la Comunidad Autónoma de Madrid, alguno de cuyos más representativos miembros, como el Consejero de Sanidad, Dr. Enrique Ruiz Escudero, y la Directora General de Patrimonio, Dª. Paloma Sobrini, estuvieron presentes en la presentación del proyecto, destacando esta última el importante grado de cooperación alcanzado entre ambas instituciones.