La Caricatura es un género artístico de largo recorrido. Hay quien quiere ver sus inicios en El Bosco, otros en Leonardo Da Vinci y entre los nuestros alguno los sitúa en Goya. Quizá la deformación o la exageración de las facciones humanas o el adorno con trazos incluso ajenos a la propia anatomía hayan dado pie a que el gran público haya entendido por tal engendro la caricatura, y por ello lo orígenes se remontarían a épocas que nos quedan muy lejanas.
Sin embargo existe un consenso más ceñido en el tiempo sobre la caricatura tal como la entendemos ahora. Goza de una tradición de al menos siglo y medio en la prensa escrita y en ella se han empleado magníficos dibujantes al tiempo que agudos observadores e intérpretes de la actualidad, especialmente en clave política. Muchos de ellos han pasado a la más selecta historia de este género como referentes indiscutibles: Bagaría, Xaudró, Sirio o Fresno, por ejemplo, llegan a cotizar como verdaderos artistas al tiempo que son referentes de la actualidad. En sus viñetas el lector va a dar el primer golpe de vista para enterarse de lo que se cuece hoy en el país.
El dibujante bendice o condena a un personaje con la sentencia de un dibujo que firma con su tinta. Es más para que se dé este supuesto, es preciso estar en el papel, de tal manera que nadie “es” en la política o en la vida social hasta que no aparece en la viñeta de los más consagrados dibujantes.
No muy lejos de esta situación anduvo lo que entonces se llamó “la clase médica”. En un campo más especializado, los médicos de alguna celebridad fueron seguidos por los caricaturistas que a ello se dedicaron, tal es el caso del recurrente Freson o lo Cortiguera, Cerra, López-Motos, Vitin, etc. Tras el rastro de las plumas más célebre vinimos a dar con un número insospechado de médicos españoles históricos que ahora dan cuerpo a esta selecta exposición que acogió la Real Academia Nacional de Medicina en la que unos y otros, médicos y dibujantes, quedan homenajeados en clave de humor, y de honor. Para disfrute artístico y como reflexión, incluso antropológica, de la misma profesión del médico a través de los que fueron sus protagonistas. Al menos en el siglo y medio pasados.
Prof. Javier Sanz
Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina
Comisario de la Exposición