Inauguración de la exposición permanente de microscopios, “Colección Bruni”.
El pasado 4 de mayo tuvo lugar la inauguración de la “Colección Bruni”, que donó a esta Real Academia Nacional de Medicina de España la familia Bruni a través de la doctora María Eugenia Bruni. La irrupción de la pandemia COVID-19 hizo imposible la inauguración en su momento, habiendo quedado retrasada hasta estas fechas.
Se ha ubicado en la “Sala Botella” de la Biblioteca de la Academia y la instalación se debe a “Leona Arte”, empresa que ha diseñado la disposición de los 87 microscopios que conforman la colección respetando la esencia de la propia biblioteca. Todo ello ha sido posible una vez más gracias a la generosidad de la Fundación ASISA, que en su momento patrocinó también la edición del libro-catálogo que recoge minuciosamente cada uno de los microscopios de la colección.
En el acto inaugural, celebrado en el salón de actos de la Academia, hablaron sobre la importancia y desarrollo de este instrumento, inseparable desde mediados del siglo XVIII en adelante en las mesas de investigación, los profesores académicos Luis Pablo Rodríguez, Javier Sanz y Antonio Campos, y también intervinieron María Eugenia Bruni y María Tormo, presidenta de la Fundación ASISA, quienes manifestaron la importancia de la colección como patrimonio de la ciencia.
Memorias sanitarias. De Annual a Alhucemas. Los avances médicos entre 1921 y 1925.
En el programa de exposiciones del Museo de Medicina Infanta Margarita se está celebrando una nueva exposición con dicho título, al que acompaña el subtítulo: “Los avances médicos entre 1921 y 1925”, que da cuenta de lo que se anuncia, en el itinerario expositivo, el aporte sanitario español en los conflictos bélicos de primeros de siglo que, como en todas las catástrofes similares, se han seguido de avances importantes, especialmente en el campo de la cirugía, donde hubo que contemplar situaciones de repercusión orgánica y psíquica impensables y en número elevado.
Nadie mejor que los comisarios de la misma, José Antonio Rodríguez Montes (Académico de número de la RANME) y Ricardo Navarro Suay (Teniente Coronel Médico) pueden explicar el mensaje de la exposición que organizan el Museo de Medicina Infanta Margarita y la Real Academia Nacional de Medicina en colaboración con el Ministerio de defensa y la Inspección General de Sanidad de la Defensa, una vez más bajo el patrocinio de la Fundación ASISA. El texto elaborado por ambos comisarios, incluido en el díptico de la exposición, así dice:
“En 2021 se cumplió un siglo del Desastre de Annual, acontecimiento ocurrido en el Protectorado de Marruecos entre el 21 de julio y el 9 de agosto de ese año, una de las más trágicas derrotas sufridas por el Ejército español a lo largo de su historia. Entre el 8 de septiembre y 13 de octubre de 1925 la Armada y el Ejército español, en colaboración con las tropas francesas, realizaron con éxito el desembarco de Alhucemas ocupando y pacificando la zona española del Protectorado en la primavera de 1926 lo que contribuyó a poner fin a la Guerra del Rif.
Las circunstancias que concurrieron en este período bélico dieron lugar a importantes avances médicos y sanitarios que desde entonces han contribuido a salvar numerosas vidas en guerras y catástrofes y a mejorar significativamente la asistencia sanitaria en los seres humanos. No hay duda que si surge algo positivo en la guerra, son los progresos médicos que se producen en ella.
En apenas unos años se mejoró el transporte de los heridos empleando ambulancias, barcos-hospital y aviones sanitarios, se desplegaron hospitales de campaña en vanguardia para acortar el tiempo desde que se producían las bajas hasta que éstas recibían el primer tratamiento y se realizaron intervenciones quirúrgicas novedosas en aquella época, al emplear por primera vez en la Historia la anestesia epidural. Finalmente, gracias a un escalonamiento sanitario ágil y adaptado a la zona, los enfermos y heridos se recuperaban en hospitales de retaguardia ubicados en la península Ibérica.
Fidel Pagés Miravé, Mariano Gómez Ulla, Víctor Manuel Nogueras, Carmen Angoloti o Elvira López Mourin ya forman parte de la historia médica de aquel conflicto. Su liderazgo, carisma y ejemplaridad ayudaron a salvar la vida a muchos de los heridos en esta campaña y nos deben servir de estímulo en nuestro quehacer diario.
Médicos militares y civiles, enfermeras de la Cruz Roja española, religiosas, frailes, sanitarios, militares, voluntarios… aplicaron sus conocimientos, tesón y trabajo en aras del cuidado del enfermo, sin lugar a dudas, fin último de cualquier profesional de la sanidad. Con esta exposición, la Real Academia Nacional de Medicina de España rinde un sentido homenaje a todos aquellos que, sirviendo a la Patria, enaltecieron la ciencia médica”.
El día 11 de mayo se celebró la sesión científica extraordinaria coordinada por el Prof. Antonio Campos Muñoz, en la que participaron los siguientes ponentes:
LA SANIDAD MILITAR Y SU MEMORIA. HISTORIA DE UNA EXPOSICIÓN.
Prof. Antonio Campos Muñoz, Vicepresidente RANME y Director Académico del Museo
LAS HERIDAS DE GUERRA Y LA CIRUGÍA.
Prof. José Antonio Rodríguez Montes, Académico de Número, Comisario de la Exposición
FIDEL PAGÉS, DEVENIR HISTÓRICO.
Prof. Fernando Gilsanz Rodríguez, Académico de Número
LA GUERRA DE ÁFRICA VISTA POR UN MÉDICO MILITAR.
Dr. Ricardo Navarro Suay, Teniente Coronel, Comisario de la Exposición
La exposición puede visitarse desde el 18 de abril al 15 de julio.
Gregorio Marañón. 100 años de su ingreso en la Academia.
En un nuevo espacio expositivo, situado en el alargado vestíbulo de la Sala de lectura de la Biblioteca, se puede ver esta exposición, comisariada por el Prof. Antonio Campos, que conmemora el centenario de la recepción pública como Académico numerario del Dr. Gregorio Marañón.
No obstante, Marañón ya tenía un pie en la institución desde que en 1909 obtuviera el “Premio Martínez Molina” por su trabajo Investigaciones anatómicas sobre el aparato paratiroideo del hombre, aún cuando no había terminado sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Central.
Ingresó Gregorio Marañón un 12 de marzo de 1922 tras leer su discurso preceptivo Estudio actual de la doctrina de las secreciones internas, y fue contestado por Gustavo Pittaluga. Su colaboración con la Academia de Medicina fue intensa, participando en sesiones ordinarias y conmemorativas, lo cual no deja de tener un mérito añadido pues simultaneó esta actividad con la que tuvo que desarrollar en las otras academias de las que formó parte: la de Bellas Artes de San Fernando, la de la Historia, la Española y la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Puede contemplarse en esta exposición abundante material relativo al paso por la corporación de Gregorio Marañón, como su autógrafo currículo, el libro de actas que da testimonio de su elección y algunas de las contribuciones impresas que el sabio médico desarrolló en la Academia, así como otros objetos expositivos, destacando sendas medallas con su efigie.
En el mismo lugar se desarrollarán exposiciones posteriores, estando previstas las de Teófilo Hernando y José Eugenio de Olavide.
II Premio de pintura “Real Academia Nacional de Medicina de España”.
En el Patio de Honor de la Academia puede visitarse la exposición que se celebra en torno a las obras que han concursado al II Premio de pintura que bajo el patrocinio de Fundación ASISA ha versado en esta convocatoria en torno a la figura de Gregorio Marañón, siendo el tema del mismo su retrato.
Participaron 16 obras, resultando ganadora la titulada “Todas las miradas”, de la que es autora la pintora brasileña Cristina Pollesel. Recibió un premio de la Asociación Española de Pintores y Escultores la pintora española Charo Del Río Muñoz, por su obra “Retrato de don Gregorio Marañón”.
Ambas obras, y en su totalidad las demás participantes, pueden contemplarse desde el día 17 de junio hasta el 15 de julio. Asimismo, como en la primera convocatoria, se ha editado un catálogo que deja testimonio postrero de todas ellas.